Prácticos tips para el cuidado de la piel del sol

Aunque el sol es uno de los elementos más beneficiosos para la piel por fortalecer sus tejidos y estimular su regeneración, lo cierto es que la exposición excesiva a los rayos ultravioleta puede generar lesiones y diversas afecciones, al deteriorar progresivamente la superficie cutánea, lo que además perjudica notablemente su apariencia.

Es importante mencionar que existen numerosos métodos y remedios que permiten proteger la piel de la radiación ultravioleta; no obstante, para garantizar mayor eficacia y un efecto más prolongado, es necesario seleccionar las opciones más favorables según cada tipo de piel, estos son algunos de los consejos más habituales.

Consejos para el cuidado de la piel del sol

Usar protección solar

Sin lugar a dudas, una de las alternativas más eficaces para cuidar la piel de las quemaduras y demás efectos generados por la luz del sol, es usar protector solar durante los días más calurosos, por generar una barrera física contra los rayos UV, además ayuda a mantener fresca e hidratada la superficie cutánea.

Otro aspecto sumamente favorable del bloqueador solar es que evita el deterioro de los tejidos cutáneos, lo que disminuye los efectos del envejecimiento, y ayuda a prevenir la aparición de manchas, arrugas y demás erupciones cutáneas, así mismo ayuda a que la piel mantenga una tonalidad totalmente uniforme.

Evitar la exposición a la luz solar durante las horas de mayor intensidad

Por lo general, el momento de mayor intensidad lumínica oscila entre las diez de la mañana y las cuatro de la tarde, especialmente en los lugares más calurosos, por lo que es fundamental evitar la exposición directa a la luz solar durante dichas horas, y mantenerse a la sombra para reducir la sensación térmica genera por la radiación ultravioleta.

En caso de tener que salir en dichas condiciones es fundamental utilizar protección para evitar la exposición directa a los rayos UV, como es el caso de prendas de manga larga, gorras, protector solar e incluso sombrillas, de esta manera es posible prevenir una gran variedad de riesgos a corto y a largo plazo.

Usar la vestimenta apropiada

Una de las equivocaciones más habituales durante los días más soleadas es utilizar prendas de vestir poco favorables para las condiciones climáticas, por lo que se recomienda evitar el uso de prendas muy ajustadas y telas sintéticas o muy gruesas, las cuales intensifican la sensación térmica, de la misma manera se recomienda proteger la mayor parte del cuerpo posible.

Actualmente, es posible encontrar una gran variedad de prendas específicamente diseñadas para repeler la luz solar, para proteger la piel de sus usuarios, así como también numerosos detergentes y productos de lavado que proporcionan a la ropa una barrera adicional contra los rayos UV.

No fumar

Entre los elementos más dañinos para la piel destaca el cigarrillo, por generar resequedad y debilitar progresivamente la superficie cutánea, así que resulta particularmente perjudicial en lugares muy soleados, generando que la superficie cutánea sea mucho más susceptible ante la luz ultravioleta.

Al mismo tiempo, el consumo prolongado de tabaco suele afectar el funcionamiento de numerosos órganos que influyen notablemente en la apariencia y en la salud de la piel, lo que afecta la regeneración de tejidos y aumenta el riesgo de sufrir numerosas afecciones cutáneas.

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