Diferencias de invertir en la bolsa, en inmuebles y en emprendimientos propios

Invertir en la bolsa de valores
Sin lugar a dudas, las acciones suponen uno de los activos financieros más llamativos del mercado moderno, por brindar la posibilidad de generar índices de rentabilidad sumamente elevados a corto, mediano y largo plazo, ya que el índice de volatilidad de este tipo de valores bursátiles puede variar significativamente dependiendo de cada marca o compañía.
Es importante mencionar que la bolsa de valores es uno de los mercados más accesibles en la actualidad, ya que el capital requerido para la inversión inicial puede variar significativamente, dependiendo de la proyección, el índice de riesgo, la estabilidad, la liquidez e incluso el reconocimiento asociado a la empresa o negocio correspondientes a cada acción.
Al mismo tiempo, el precio de las acciones puede variar significativamente dependiendo de una gran variedad de factores internos y externos asociados a cada empresa, incluyendo su gestión corporativa, sucesos geopolíticos y procesos económicos, lo que incrementa significativamente los riesgos para los inversionistas de menor nivel.
Invertir en inmuebles
Invertir en bienes raíces supone una opción sumamente beneficiosa para la mayoría de operadores, por ofrecer un rendimiento muy elevado a largo plazo y ser una de las alternativas más seguras y estables del mercado, así mismo, garantiza un flujo de efectivo permanente a través del alquiler de inmuebles.
Por otro lado, invertir en inmuebles es una de las alternativas más rentables en la actualidad, ya que el precio de dichos activos suele incrementar progresivamente, así que suponen un complemento ideal para cualquier portafolio o estrategia bursátil, al prevenir los riesgos generados por la inflación.
A diferencia de las demás alternativas de inversión mencionadas anteriormente, adquirir bienes raíces requiere de un capital inicial muy elevado, lo que impide la compra de este tipo de activos, no obstante, es posible operar en el mercado bursátil con montos notablemente más bajos a partir de diversos instrumentos financieros como contratos por diferencias y fondos indexados.
Emprendimientos propios
Los emprendimientos propios suponen una opción cada vez más interesante para el inversionista moderno, por garantizar un mayor control al momento de gestionar su capital, así como también por su accesibilidad al brindar la posibilidad de percibir ingresos a partir de montos relativamente pequeños, en caso de ser necesario.
De la misma manera, los emprendimientos propios cuentan con un potencial sumamente elevado, al ofrecer un retorno de inversión significativamente mayor en comparación a otras oportunidades de negocios, además, este tipo de proyectos corporativos permiten a sus propietarios aprovechar al máximo sus habilidades y conocimientos profesionales.
Cabe destacar que crear y desarrollar un emprendimiento propio involucra un porcentaje de riesgos considerablemente elevado, especialmente durante las primeras etapas del proyecto corporativo, ya que en ocasiones requieren de préstamos o financiamientos para su funcionamiento, lo que puede generar pérdidas significativas. Lee más sobre la inversión.



