Tips para solucionar asuntos legales: Recomendaciones generales

Al menos alguna vez en la vida, irremediablemente enfrentaremos un conflicto con una tercera parte que desemboque en una acción legal. Cuando esto sucede, consecuentemente se dan una serie de efectos que involucran desde lo económico y de tiempo hasta en el bienestar general de las partes involucradas.

Por tales razones, solucionar los asuntos legales de diferentes maneras sin llegar a las instancias finales siempre es recomendable, a través de unos canales preestablecidos y también acciones de interés individual que pueden ayudar a resolver el problema lo más pronto posible. Estas son algunas de los consejos de naturaleza general que pueden llevarse a cabo para tal fin:

tips para solucionar asuntos legales

Contratar un abogado

Sin importar de qué tipo de asunto legal se trate o su naturaleza, ya sea que involucre inconvenientes fiscales, maritales, de propiedades, corporativos, de herencias, empresariales, médicos u otros, siempre se debe contratar un abogado. Sin duda, esta es la recomendación más valiosa que se puede dar durante situaciones o conflictos procesales.

Ahora, si bien es una posibilidad el poder representarse a sí mismo a la hora de enfrentar un asunto legal – especialmente en las etapas tempranas y cuando aún no se llega a instancias finales o la corte- hacerlo requiere conocimiento amplio de leyes, de redacción e investigación que no todos pueden cumplir.

Por otro lado, contar con los servicios de un abogado (clic acá) ofrece un gran número de ventajas: representación profesional, asesoría y consultoría en todo el litigio que resulta de vital importancia sobre cómo actuar y el procedimiento a seguir, de acuerdo a los lineamientos descritos en constituciones, códigos y decretos.

Hacer uso de los canales de resolución recomendados por juristas

Un asunto legal que llegue a la corte o tribunales es uno que se complica o no tiene más remedio que llegar hasta esa instancia para ser resuelto. No obstante, esto trae una serie de consecuencias que tienen que ver con lo económico, de tiempo y tardanza para resolver el conflicto, entre otros inconvenientes burocráticos y judiciales.

En este sentido, el mejor consejo es evitar lo más posible que el caso llegue a la corte a través de los lineamientos civiles establecidos, los cuales son la mediación, conciliación, negociación y también el arbitraje. Estas sin duda son las herramientas más valiosas a la hora de enfrentar un conflicto legal, sin que se tenga que llegar a un juicio mucho más largo y costoso de solucionar.

Llegar a un acuerdo y ponerlo por escrito

Ya sea que se utilice un canal como la mediación, conciliación o arbitraje, el producto del proceso si ambas partes se ponen de acuerdo es un contrato o escrito que describa las condiciones. En este documento se redactan las cláusulas a las cuales acceden las dos partes, posiblemente renunciando a ciertos deseos que se tenían con el fin de conciliar y resolver la disputa.

Para que el acuerdo sea lo más justo para ambas partes, lo mejor es hacerlo con la ayuda de los abogados y también de un árbitro que aporte imparcialidad. Además, las habilidades de negociación por cada parte son importantes y recaen en el abogado. Un acuerdo minimiza gastos, ahorra tiempo y evita llegar a instancias más complejas y que tardan mucho más en resolverse.

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