Qué aspectos miden el Impacto positivo de la nueva área de Sistema de Cuidados en Uruguay

En Uruguay, la inversión desde diferentes fuentes en el Sistema de Cuidados permite incluir a más personas en el ciclo de atención y generar retorno económico y social, dado que es un ciclo que beneficia de manera directa a quienes necesitan cuidados y promueve la creación de servicios públicos y privados para satisfacer necesidades en materia de salud, educación y atención.

Aumento en el nivel de ocupación

El mejoramiento de las políticas laborales por medio del Sistema de Cuidados permite la creación directa e indirecta de empleo con retorno de ingresos en aportes por impuestos para el Estado y de beneficios de seguro social para más trabajadores y trabajadoras que consiguen empleo de calidad.

Cuidados a personas dependientes mejora el ingreso

La participación en la fuerza de trabajo se incrementa para las mujeres uruguayas que se dedican al trabajo doméstico, con el cuidado de personas mayores de 65 años en situación de dependencia y personas con discapacidades, que les brinda un incremento en su ingreso familiar, con mayor capacidad de gasto y ahorro en sus presupuestos.

Se incorporan más trabajadoras a un sistema integral (ver más) que les retribuye, de alguna manera, su esfuerzo cuidador, el cual es esencial para la sociedad, tanto en el sector de los cuidados infantiles como de adultos mayores y personas con discapacidad, dado que son servicios que generan seguridad y calidad de vida para sus beneficiarios y sus familias.

Atención a primera infancia genera empleo

Se puede mencionar que los servicios de educación maternal y preescolar que atienden a la población de cero a tres años, la cual presta un importante cuidado infantil que optimiza el desarrollo físico, social y cognitivo de los niños y permite que los padres se dediquen a sus actividades productivas, con la tranquilidad de que sus hijos reciben el cuidado que necesitan.

El impacto positivo de la inversión anual bruta de un 2,8% del PIB en Uruguay, destinado a la atención y educación de la primera infancia, niños de cero a cinco años de edad desde el 2018, ha generado más de 80 mil empleos, especialmente para mujeres. Son nuevos empleos que generan ingresos fiscales y montos de seguridad social de hasta 638 millones de dólares americanos.

Ampliación de servicios

El sistema de cuidado crece con servicios privados y sociales que implementan instrumentos de atención novedosos con posibilidades de financiamiento y esquemas personalizados con atención ajustada a los ingresos socioeconómicos.

Es un modelo que se amplía con nuevas modalidades de atención con horarios, coberturas y acceso de calidad y adecuados a la realidad de las personas, por lo que empresas de asistencia sanitaria brindan servicios de cuidados a domicilio, cuidados diarios y cuidados de larga duración o residencial. Además, se ofrecen nuevas modalidades de servicios de cuidado como la teleasistencia médica y de atención en caso de emergencia.

Por su parte, desde el estado se promueven programas de corresponsabilidad, con políticas de permisos y licencias para el cuidado de personas y la promoción de la prevención con planes de nutrición y ejercicios físicos que evitan, en gran medida, la dependencia en personas mayores.

Aumento de la educación para el cuidado

El diseño de cursos a diferentes niveles y especializaciones en el área del cuidado logra una mejor formación de las cuidadoras y cuidadores, lo que mejora también su remuneración y optimiza la calidad de los cuidados. La educación en el área fortalece sus trayectorias laborales y certifica sus competencias profesionales.

Por otra parte, la información sobre el sistema de cuidado ofrece datos sobre su impacto y facilita una mejor comunicación para promover el cuidado de los niños más pequeños, abuelos y personas con discapacidad, tanto de mujeres como de hombres, en la búsqueda de una corresponsabilidad familiar y social.